Guión
Obra de Aristófanes:
“LISÍSTRATA”
Personajes:
Relator
Lisístrata
Lampito
Cleónica
Mirrina
Escena 1
Relator: Durante
mas de veinte años, la antigua Grecia se mantuvo en guerra civil enfrentando
sus grandes potencias: Atenas y Esparta. Los griegos no desistían en su locura
político sanguinaria por la supremacía de una cuidad sobre la otra y morían
generaciones y generaciones de hombres, mientras tanto, las mujeres, relegadas
a un segundo plano, permanecían en sus casas criando a sus hijos que pronto
serían masacrados. Viendo a sus maridos cada muchos meses. hartas de esta
situación insostenible, una de ellas decidió tomar cartas en el asunto y
provocó lo que jamás ningún hombre griego pensó que ocurriría, las mujeres
lograron dominar sobre los hombres con el única arma que poseían, ellas mismas.
LAMPITO.- ¿Y quién ha convocado entonces esta
reunión de mujeres?
LISÍSTRATA.- Yo misma.
LAMPITO.- Explícanos pues qué quieres.
CLEÓNICA.- Por Zeus, querida, di de una vez lo que
te preocupa.
LISÍSTRATA.- Ahora hablaré, pero antes quiero
haceros una pregunta muy simple.
CLEÓNICA.- La que tú quieras.
LISÍSTRATA.- ¿No echáis de menos a los padres de
vuestros hijos, que están en campaña?
Pues bien sé yo que los maridos de todas vosotras
están fuera de casa.
CLEÓNICA.- El mío, ay de mí, lleva fuera de casa
cinco meses: está en Tracia vigilando a
Éucrates.1
MIRRINA.- Pues el mío, ocho meses completos en
Pilos.
LAMPITO.- Y el mío, si alguna vez viene de su
regimiento, volando agarra el escudo y se
marcha como una exhalación.
LISÍSTRATA.- Ni siquiera de amantes ha quedado ni
una chispa; y desde que nos
traicionaron los milesios no he visto ni un solo
consolador de un palmo que nos sirva de
ayuda con su cuero. ¿Querríais, pues, si encuentro
el modo, ayudarme a terminar con la
guerra?
CLEÓNICA.- Yo sí, por las dos diosas, aunque
tuviera que dejar hoy mismo en prenda esta
mantilla ...y beberme lo que me dieran por ella.
MIRRINA.- Y yo. Aunque tuviera que entregar la
mitad de mí misma, cortándome por
enmedio como un lenguado.
LAMPITO.- Y yo. Aunque tuviera que subirme al
Taigeto, si desde allí he de ver la paz.
LISÍSTRATA.- Hablaré entonces; no hay que ocultar
el plan. Mujeres, si hemos de forzar a
nuestros maridos a vivir en paz, hemos de
abstenernos...
CLEÓNICA.- ¿De qué?
LISÍSTRATA.- ¿Lo haréis?
CLEÓNICA.- Lo haremos aunque tengamos que morir.
LISÍSTRATA.- Pues bien, hemos de abstenernos de la
polla. (Murmullos y gestos de
espanto) ¿Por qué os volvéis? ¿Adónde vais?
Vosotras, ¿por qué torcéis el gesto y negáis
con la cabeza? ¿Por qué palidecéis? ¿A qué vienen
esas lágrimas? ¿Lo haréis o no; qué
problema tenéis?
LAMPITO.- Nosotras convenceremos a nuestros maridos
de que vivan en paz sin dolor ni
engaño, ¿pero cómo se podría convencer a las
tumultuosas asambleas de los atenienses para
que no desbarren?
LISÍSTRATA.- No te preocupes. Convencer a ésos
corre de nuestra cuenta.
LAMPITO.- No, mientras marchen las trirremes y el
tesoro inagotable esté en el templo de
la diosa.
LISÍSTRATA.- Eso también está previsto: hoy mismo
nos adueñaremos de la Acrópolis.
Se han dado órdenes a las más viejas de que lo hagan
mientras nosotras organizamos esto:
fingiendo que van a hacer un sacrificio tomarán la
Acrópolis.
LAMPITO.- Todo irá bien, pues lo que dices es
razonable.
LISÍSTRATA.- ¿Por qué entonces, Lampito, no nos
juramentamos para que nuestro
acuerdo no se pueda romper?
LAMPITO.- Expón la fórmula con la que juraremos.
CLEÓNICA.- Lisístrata, ¿qué juramento nos harás
jurar?
LISÍSTRATA.- ¿ Cuál ? Sobre un escudo, como dicen
que hizo Esquilo una vez,
degollaremos un cordero.
CLEÓNICA.- No jures nada sobre la paz en un escudo,
Lisístrata.
LISÍSTRATA.- ¿Cuál será el juramento entonces?
¿Cogemos en alguna parte un caballo
blanco y le sacamos las entrañas?
CLEÓNICA.- ¿ Y dónde hay un caballo blanco?
LISÍSTRATA.- ¿Pues cómo juramos?
CLEÓNICA.- Yo te lo diré si quieres, por Zeus:
ponemos en el suelo una copa negra bien
grande, boca arriba, y degollando un odre de vino
de Tasos juraremos no echarle agua a la
copa.
LAMPITO.- ¡ Oh, no puedo decir cuánto apruebo ese
juramento!
Escena 2
Relator: He aquí el juramento inicial de la rebelión en donde todas las
mujeres se reúnen y pactan un juramento por el que se comprometen
a excitar a sus maridos pero no practicar el sexo. cada mujer se
encarga de propagar el juramento por toda su
ciudad, así ningún hombre podría satisfacer sus deseos
sexuales.
LISÍSTRATA.- Traed alguna la copa y el odre.
CLEONICE.
Mujeres, dejadme jurar a mí la primera.
LISÍSTRATA.
No, por Afrodita; cuando te llegue el turno. Tocad todas la copa, y repitan
exactamente lo que yo diga. Vosotras declararéis esto bajo juramento de acuerdo
conmigo y lo mantendréis firmemente: «Ningún hombre, ni amante, ni marido»...
CLEONICE.
«Ningún hombre, ni amante, ni marido»...
LISÍSTRATA.... «se acercará a mí
descapullado».
CLEONICE.
... «se acercará a mí descapullado». ¡Ay, ay!, se me debilitan las rodillas,
Lisístrata.
LISÍSTRATA.
«En casa pasaré el tiempo sin mi toro»
CLEONICE.
«En casa pasaré el tiempo sin mi toro»...
LISÍSTRATA....
«con mi vestido azafranado y muy bien arreglada»...
CLEONICE.
... «con mi vestido azafranado y muy bien arreglada»...
LISÍSTRATA....
«para que mi marido se ponga al rojo vivo»...
CLEONICE.
... «para que mi marido se ponga al rojo vivo»...
LISÍSTRATA....
«y nunca le seguiré la corriente a mi marido de buena gana».
CLEONICE....
«y nunca le seguiré la corriente a mi marido de buena gana».
LISÍSTRATA.
«Pero si me obliga por la fuerza contra mi voluntad»...
CLEONICE.
«Pero si me obliga por la fuerza contra mi voluntad»...
LISÍSTRATA....
«me dejaré de mala gana y no le seguiré en sus meneos».
CLEONICE.
... «me dejaré de mala gana y no le seguiré en sus meneos».
LISÍSTRATA.
«No levantaré hacia el techo mis zapatillas persas».
CLEONICE.
«No levantaré hacia el techo mis zapatillas persas».
LISÍSTRATA.
«No me pondré a cuatro patas como una leona encima del rallador de queso»65.
CLEONICE.
«No me pondré a cuatro patas como una leona encima del rallador de queso».
LISÍSTRATA.
«Si mantengo firmemente estas cosas, que beba yo de aquí»...
CLEONICE.
«Si mantengo firmemente estas cosas, que beba yo de aquí»...
LISÍSTRATA.
«Pero si las violo, que se llene de agua la copa».
CLEONICE.
«Pero si las violo, que se llene de agua la copa».
LISÍSTRATA.
¿Declaráis todas vosotras esto bajo juramento de acuerdo conmigo?
TODAS.
Sí, por Zeus.
LISISTRZATA.
Hala, yo haré la ofrenda de ésta. (Coge la copa para bebérsela.)
CLEONICE. Tu parte y gracias, querida, para que resultemos
en el acto todas amigas unas de otras.