miércoles, 22 de mayo de 2013

GUIÓN LISÍSTRATA

Guión

Obra de Aristófanes: “LISÍSTRATA”

Personajes:
Relator
Lisístrata
Lampito
Cleónica
Mirrina

Escena 1

Relator: Durante mas de veinte años, la antigua Grecia se mantuvo en guerra civil enfrentando sus grandes potencias: Atenas y Esparta. Los griegos no desistían en su locura político sanguinaria por la supremacía de una cuidad sobre la otra y morían generaciones y generaciones de hombres, mientras tanto, las mujeres, relegadas a un segundo plano, permanecían en sus casas criando a sus hijos que pronto serían masacrados. Viendo a sus maridos cada muchos meses. hartas de esta situación insostenible, una de ellas decidió tomar cartas en el asunto y provocó lo que jamás ningún hombre griego pensó que ocurriría, las mujeres lograron dominar sobre los hombres con el única arma que poseían, ellas mismas.
LAMPITO.- ¿Y quién ha convocado entonces esta reunión de mujeres?
LISÍSTRATA.- Yo misma.
LAMPITO.- Explícanos pues qué quieres.
CLEÓNICA.- Por Zeus, querida, di de una vez lo que te preocupa.
LISÍSTRATA.- Ahora hablaré, pero antes quiero haceros una pregunta muy simple.
CLEÓNICA.- La que tú quieras.
LISÍSTRATA.- ¿No echáis de menos a los padres de vuestros hijos, que están en campaña?
Pues bien sé yo que los maridos de todas vosotras están fuera de casa.
CLEÓNICA.- El mío, ay de mí, lleva fuera de casa cinco meses: está en Tracia vigilando a
Éucrates.1
MIRRINA.- Pues el mío, ocho meses completos en Pilos.
LAMPITO.- Y el mío, si alguna vez viene de su regimiento, volando agarra el escudo y se
marcha como una exhalación.
LISÍSTRATA.- Ni siquiera de amantes ha quedado ni una chispa; y desde que nos
traicionaron los milesios no he visto ni un solo consolador de un palmo que nos sirva de
ayuda con su cuero. ¿Querríais, pues, si encuentro el modo, ayudarme a terminar con la
guerra?
CLEÓNICA.- Yo sí, por las dos diosas, aunque tuviera que dejar hoy mismo en prenda esta
mantilla ...y beberme lo que me dieran por ella.
MIRRINA.- Y yo. Aunque tuviera que entregar la mitad de mí misma, cortándome por
enmedio como un lenguado.
LAMPITO.- Y yo. Aunque tuviera que subirme al Taigeto, si desde allí he de ver la paz.
LISÍSTRATA.- Hablaré entonces; no hay que ocultar el plan. Mujeres, si hemos de forzar a
nuestros maridos a vivir en paz, hemos de abstenernos...
CLEÓNICA.- ¿De qué?
LISÍSTRATA.- ¿Lo haréis?
CLEÓNICA.- Lo haremos aunque tengamos que morir.
LISÍSTRATA.- Pues bien, hemos de abstenernos de la polla. (Murmullos y gestos de
espanto) ¿Por qué os volvéis? ¿Adónde vais? Vosotras, ¿por qué torcéis el gesto y negáis
con la cabeza? ¿Por qué palidecéis? ¿A qué vienen esas lágrimas? ¿Lo haréis o no; qué
problema tenéis?
LAMPITO.- Nosotras convenceremos a nuestros maridos de que vivan en paz sin dolor ni
engaño, ¿pero cómo se podría convencer a las tumultuosas asambleas de los atenienses para
que no desbarren?
LISÍSTRATA.- No te preocupes. Convencer a ésos corre de nuestra cuenta.
LAMPITO.- No, mientras marchen las trirremes y el tesoro inagotable esté en el templo de
la diosa.
LISÍSTRATA.- Eso también está previsto: hoy mismo nos adueñaremos de la Acrópolis.
Se han dado órdenes a las más viejas de que lo hagan mientras nosotras organizamos esto:
fingiendo que van a hacer un sacrificio tomarán la Acrópolis.
LAMPITO.- Todo irá bien, pues lo que dices es razonable.
LISÍSTRATA.- ¿Por qué entonces, Lampito, no nos juramentamos para que nuestro
acuerdo no se pueda romper?
LAMPITO.- Expón la fórmula con la que juraremos.
CLEÓNICA.- Lisístrata, ¿qué juramento nos harás jurar?
LISÍSTRATA.- ¿ Cuál ? Sobre un escudo, como dicen que hizo Esquilo una vez,
degollaremos un cordero.
CLEÓNICA.- No jures nada sobre la paz en un escudo, Lisístrata.
LISÍSTRATA.- ¿Cuál será el juramento entonces? ¿Cogemos en alguna parte un caballo
blanco y le sacamos las entrañas?
CLEÓNICA.- ¿ Y dónde hay un caballo blanco?
LISÍSTRATA.- ¿Pues cómo juramos?
CLEÓNICA.- Yo te lo diré si quieres, por Zeus: ponemos en el suelo una copa negra bien
grande, boca arriba, y degollando un odre de vino de Tasos juraremos no echarle agua a la
copa.
LAMPITO.- ¡ Oh, no puedo decir cuánto apruebo ese juramento!


Escena 2
Relator: He aquí el juramento inicial de la rebelión en donde todas las mujeres se reúnen y pactan un juramento por el que se comprometen a excitar a sus maridos pero no practicar el sexo. cada mujer se encarga de propagar el juramento por toda su ciudad, así ningún hombre podría satisfacer sus deseos sexuales.
LISÍSTRATA.- Traed alguna la copa y el odre.
CLEONICE. Mujeres, dejadme jurar a mí la primera.
LISÍSTRATA. No, por Afrodita; cuando te llegue el turno. Tocad todas la copa, y repitan exactamente lo que yo diga. Vosotras declararéis esto bajo juramento de acuerdo conmigo y lo mantendréis firmemente: «Ningún hombre, ni amante, ni marido»...
CLEONICE. «Ningún hombre, ni amante, ni marido»...
LISÍSTRATA.... «se acercará a mí descapullado». 
CLEONICE. ... «se acercará a mí descapullado». ¡Ay, ay!, se me debilitan las rodillas, Lisístrata.
LISÍSTRATA. «En casa pasaré el tiempo sin mi toro»
CLEONICE. «En casa pasaré el tiempo sin mi toro»...
LISÍSTRATA.... «con mi vestido azafranado y muy bien arreglada»...
CLEONICE. ... «con mi vestido azafranado y muy bien arreglada»...
LISÍSTRATA.... «para que mi marido se ponga al rojo vivo»...
CLEONICE. ... «para que mi marido se ponga al rojo vivo»...
LISÍSTRATA.... «y nunca le seguiré la corriente a mi marido de buena gana».
CLEONICE.... «y nunca le seguiré la corriente a mi marido de buena gana».
LISÍSTRATA. «Pero si me obliga por la fuerza contra mi voluntad»...
CLEONICE. «Pero si me obliga por la fuerza contra mi voluntad»...
LISÍSTRATA.... «me dejaré de mala gana y no le seguiré en sus meneos».
CLEONICE. ... «me dejaré de mala gana y no le seguiré en sus meneos».
LISÍSTRATA. «No levantaré hacia el techo mis zapatillas persas».
CLEONICE. «No levantaré hacia el techo mis zapatillas persas».
LISÍSTRATA. «No me pondré a cuatro patas como una leona encima del rallador de queso»65.
CLEONICE. «No me pondré a cuatro patas como una leona encima del rallador de queso».
LISÍSTRATA. «Si mantengo firmemente estas cosas, que beba yo de aquí»...
CLEONICE. «Si mantengo firmemente estas cosas, que beba yo de aquí»...
LISÍSTRATA. «Pero si las violo, que se llene de agua la copa».
CLEONICE. «Pero si las violo, que se llene de agua la copa».
LISÍSTRATA. ¿Declaráis todas vosotras esto bajo juramento de acuerdo conmigo?
TODAS. Sí, por Zeus.
LISISTRZATA. Hala, yo haré la ofrenda de ésta. (Coge la copa para bebérsela.)
CLEONICE. Tu parte y gracias, querida, para que resultemos en el acto todas amigas unas de otras. 

4 comentarios:

  1. gracias por este aporte. 400 años antes de Cristo ! qué natural toda la relacion sexual, hasta que las religiones se impusieron para reprimir y tergiversar la naturaleza humana!!!

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  2. naturaleza humana que nos conlleva al pecado pues ellos (los griegos) creian en varios dioses sin saber que solo hay uno que es todo poderoso señor y dador de vida

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    1. Con esa manera de pensar, dudo que puedas entender el teatro griego.

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  3. Me ha parecido una gran obra, sobre todo en la parte donde hacen una gran orgia, es maravilloso!

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